Uso de pantallas: ¿cómo afecta la exposición a pantallas en niños?

Uso de pantallas en niños
| Educación consciente
Con el término pantallas se hace referencia a los nuevos medios de comunicación que, con fuerza, han invadido nuestra rutina para asentarnos en una nueva época. Internet, videojuegos, teléfonos móviles, tabletas y ordenadores que, junto con la televisión, conforman no sólo el panorama actual, sino la base del desarrollo futuro y la manera en la que conseguimos construir el mundo. Por ello, es importante conocer los beneficios y los inconvenientes del uso que le damos a las pantallas para así poder asegurar el bienestar de quienes son los más vulnerables ante el inminente y constante crecimiento de las (ya no…

Uso de pantallas: ¿cómo afecta la exposición a pantallas en niños?

Con el término pantallas se hace referencia a los nuevos medios de comunicación que, con fuerza, han invadido nuestra rutina para asentarnos en una nueva época. Internet, videojuegos, teléfonos móviles, tabletas y ordenadores que, junto con la televisión, conforman no sólo el panorama actual, sino la base del desarrollo futuro y la manera en la que conseguimos construir el mundo. Por ello, es importante conocer los beneficios y los inconvenientes del uso que le damos a las pantallas para así poder asegurar el bienestar de quienes son los más vulnerables ante el inminente y constante crecimiento de las (ya no tan nuevas) tecnologías: los niños.

 

¿Son malas las pantallas para los niños?

Evidentemente, cualquier dispositivo no es maligno por sí mismo (a no ser que se trate del juguete de ‘Krusty el Payaso’ que intentaba asesinar a Bart Simpson, en cuyo caso sería mejor destruirlo y tirarlo a la basura cuanto antes), sino que depende del uso y del tiempo que le demos lo que determina el carácter favorable del mismo.

En relación a las pantallas y los niños, debemos ser tremendamente delicados y cautelosos, ya que su mal uso puede suponer una verdadera amenaza para el correcto desarrollo de los niños.

Ya son muchos los padres que están empezando a ver los perjuicios que generan en sus hijos la sobreexposición a estos dispositivos y se ven forzados a buscar y a establecer ciertas normas para limitar el tiempo que pasan frente a las pantallas. Pretenden recuperar el tiempo para que sus hijos jueguen libremente, pero también para que se aburran y para que aprendan a tolerar la frustración. Saben que la infancia supone un momento crítico para lograr las habilidades necesarias que nos ayudan a relacionarnos con los demás, y que jugando solos durante todo el día frente a una pantalla dificulta seriamente dicho objetivo.

Por este motivo, la Academia Americana de Pediatría lanzó en 2017 una serie de recomendaciones para evitar, entre otras cosas, el uso de pantallas en los niños menores de 2 años de edad.

Exposición a pantallas niños

 

¿A qué dedican los niños el tiempo y cómo les afecta?

Un niño debe dormir entre 9-12 horas (según la edad) e ir a la escuela 8 horas al día. Durante el resto de horas hay que buscar hueco para la higiene personal, la comida, la actividad física y para compartir y hablar con la familia. Por lo que el tiempo que le dedicamos a las pantallas debería estar siempre subordinado al resto de tareas y obligaciones, y nunca debería quitar horas de sueño ni de ejercicio físico.

Sin embargo, esto no siempre sucede así, ya que solamente el uso del teléfono móvil ocupa una gran parte de nuestro día: desde por la mañana nada más despertarnos, hasta por la noche al acostarnos. Es cierto, somos lo que comemos, pero también somos lo que hacemos, y el uso de pantallas en niños (pero también en adultos) genera las dosis suficientes de dopaminas que, poco a poco, los convierte en verdaderos adictos.

Y, como cualquier adicción, el uso excesivo de estos dispositivos puede llegar a afectar a la atención, al sueño e incluso puede ser la causa directa e indirecta de trastornos de lenguaje o problemas para leer o comprender textos largos. Pero también puede influir en el estado de ánimo de nuestros hijos causando problemas tan serios como la depresión o la ansiedad.

 

Recomendaciones de tiempos de exposición a pantallas para nuestros niños

Según la Academia Americana de Pediatría, el «screen time» o tiempo de pantallas en niños deberían ser las siguientes:

  • 0 – 2 años: Nada de pantallas.
  • 2 – 5 años: Entre media y una hora al día.
  • 7 – 12 años: Una hora al día y nunca en momentos de comidas.
  • 12 – 15 años: Una hora y media. Especial atención con las redes sociales.
  • + de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas.

Tiempo pantallas niños

Recordamos que lo más importante es que las pantallas no interfieran en la vida normal de los niños, ni el tiempo en familia, ni el ejercicio, ni las horas de sueño, respetando siempre una rutina de uso desde que son pequeños. Por tanto, es importante seguir las siguientes recomendaciones para el correcto uso de pantallas en niños:

  • No usar móviles o pantallas una hora antes de ir a dormir
  • No usar móviles o tabletas a la hora de comer
  • Marcar un «tiempo en familia» en el que ningún miembro de la familia los usa (podría ser los fines de semana por la mañana, la hora antes de ir al colegio, etc.)
  • Mientras se hacen tareas escolares
  • Cuando se está en la escuela
  • Mientras se está cruzando la calle
  • En el automóvil (excepto en viajes largos)
  • No usar móviles en el cochecito o silla de paseo

 

Un campamento de verano sin pantallas

En Campus WOB siempre hemos estado muy concienciados con el correcto manejo que le damos a las pantallas. No sólo limitando los tiempos de exposición a las mismas, sino también otorgándoles a nuestros Wobers otras alternativas que les permitan divertirse y desarrollarse física y socialmente de la manera más sana que conocemos: mediante el deporte y la amistad.

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