España es líder europeo en abandono escolar temprano. Un 17,9% de jóvenes entre 18 y 24 años terminó la ESO y no siguió estudiando. Esta cifra está muy por encima de la media europea situada en el 11,29%.

causas del abandono escolar prematuro

Algunos casos son debidos a características personales como problemas de aprendizaje o de salud. El acceso temprano al mercado laboral también marca en España la alta tasa de abandono escolar. Muchas veces ocurre debido a su situación familiar.

Otra de las razones de abandonar las aulas está relacionada con el sistema educativo actual. Los contenidos están desvinculados completamente de su vida diaria, la evaluación está basada en la capacidad memorística y no hay atención emocional a los alumnos.

Los centros escolares también son un indicativo del abandono escolar, cuánto más pequeños, menos abandono, ya que la atención personalizada es mayor y las ratios son menores en muchos casos. La falta de recursos de muchos centros y la ubicación en barrios más desfavorecidos, influye en la asistencia del alumnado y por ello en el abandono escolar prematuro.

También, el aumento de casos de acoso escolar o bullying han hecho aumentar las cifras de alumnos que abandonan las aulas de forma prematura.

¿Cómo frenamos el ascenso de estas cifras?

En Campus WOB creemos que el aprendizaje debe estar centrado en el alumno, en la búsqueda y desarrollo de su talento, a través de experiencias potenciadoras.

En todos nuestros Campamentos de Verano trabajamos poniendo el foco en una educación integral que ponga en relieve la inteligencia emocional, la creatividad y el trabajo cooperativo.

Es importante y necesario reflexionar sobre el sistema educativo actual, un sistema de contenidos que se repiten año tras año y una evaluación, basado en la capacidad memorística mayoritariamente, dejando de lado la importancia del proceso de aprendizaje y el desarrollo personal del alumno, tampoco es muy motivador. Además, sigue existiendo una jerarquía de asignaturas que determinan la valía del alumno. Si no eres bueno en matemáticas y lengua no llegarás a nada.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos?

Nuestra implicación y apoyo será esencial para que logre alcanzar sus objetivos. Estos consejos pueden ayudar a los padres a prevenir y evitar el fracaso escolar de los hijos:

• Motivación. Fomentar el gusto por hacer bien el trabajo, cumplir las metas que se proponga y alabar el esfuerzo. Aprendiendo de los fracasos y encontrando aprendizajes de cualquier error.

• Apostar por su talento. Acompañarles en el descubrimiento de sus cualidades y aptitudes, aportándoles diversas experiencias.

• Lectura.  El gusto por leer y comprender lo que se lee es el fundamento del aprendizaje. La lectura, que lleva a la escritura, son imprescindibles para el buen desarrollo y progreso del conocimiento.

• Aprender a aprender. Estar delante de un libro durante un tiempo, no es aprender, quizá memorizar. A aprender también se aprende. Es importante que conozcan técnicas y herramientas que les estimulen y les diviertan.

• Entorno. Favorecer su espacio vital y mejorar el entorno de estudio, son de gran ayuda. Así como interesarse por sus amistades o compañeros de estudio.

• Familia. Implicación de los padres en la vida escolar y en el colegio. La preocupación por sus tareas, el ofrecimiento de ayuda y el ambiente que se vive en el entorno familiar con respecto al estudio, influyen en los resultados académicos. No olvidemos que somos su principal ejemplo.

• Diálogo. Y sobre todo escuchar y hablar. La comunicación es un factor muy importante, hablar los problemas, fallos o errores es igual de importante que destacar los aspectos más positivos. Atender a sus estados emocionales y comprenderles es crucial para que confíen en nosotros.

En este aspecto, no debemos olvidar el deporte como uno de los ‘deberes’ necesarios que debería ser ineludible para los jóvenes y adolescentes.

El ejercicio físico, es, sin duda, una distracción en la dura rutina de los estudios y una liberación para la mente, que necesita recuperarse del esfuerzo que acarrea el aprendizaje de las materias. Además es una manera de oxigenar el cerebro y liberar endorfinas. Una hormona que refuerza nuestro sistema inmunitario y aumenta el estado de bienestar. Algo básico para una buena gestión emocional.

También el aspecto de la conciliación sería crucial para contribuir a una situación familiar adecuada, así como ayudas a familias en riesgo y apoyos al alumnado con un ritmo de aprendizaje más lento.

Una educación para todos y una escuela donde los alumnos quieran aprender y no donde tengan que estudiar. Como siempre les decimos a nuestros Wober: Aprender, para Desaprender y Reaprender.