Creo que es la primera vez que escribo algo serio, pero si mis amigos del Campus WOB me lo piden, tengo que hacerlo, así que aquí os dejo mi experiencia sobre hacer lo que más te guste en la vida:

Quiero contaros cómo he llegado a ser Director Musical en el Circo del Sol, o más bien, cómo he llegado a conseguir alcanzar mi sueño. Creo que aún no tengo las arrugas suficientes que le permiten a uno dar consejos sobre la vida, pero como probablemente le doblo la edad a los que participáis en Campus WOB, me tomaré el privilegio de intentar aconsejaros un poco con lo que la vida me ha enseñado hasta ahora.

Seguro que alguna vez habéis oído la frase: «Haz lo que más te guste», para mí éste ha sido un gran consejo que he tenido en mente toda la vida, en cada paso que he dado o que voy a dar.

Seguro que alguna vez habéis oído la frase: «Haz lo que más te guste», para mí éste ha sido un gran consejo que he tenido en mente toda la vida, en cada paso que he dado o que voy a dar. Me apasiona la música y el piano, mi padre era batería y en mi casa siempre se escuchaba la radio o multitud de discos.

Ya de niño tocaba melodías de oído e incluso entré en el conservatorio, aunque pronto me di cuenta de que aquello no era para mí en esa etapa de mi vida: yo prefería jugar al fútbol en mi tiempo libre y eso fue lo que hice.

A veces me pregunto si debería haber continuado en el conservatorio, pero creo que era muy joven y tomé la decisión adecuada en aquel momento. Sin embargo, más adelante, cuando subí por primera vez a un escenario, lo supe: “Esto es lo que quiero hacer”.

Dicen que “quien algo quiere, algo le cuesta”. Esto ocurre en todos los ámbitos, y la música no es una excepción, así que me tocó formarme.

Como debido a mi edad, ya no podía optar a una plaza de piano en el conservatorio, tuve que formarme por mi cuenta buscando profesores particulares, pasando horas y horas entre vídeos de YouTube y escuchando muchísima música.

Pasaba horas y horas en el teclado, pero nunca me pesaron porque en todo momento disfrutaba al hacer lo que de verdad quería.

En el año 2004 conseguí uno de mis primeros trabajos remunerados como músico y con el dinero compré un par de entrada para ver Saltimbanco, un show del Circo del Sol, y al empezar el espectáculo pensé: «Yo quiero estar ahí».

Sabía que no estaba preparado, que me quedaba mucho por aprender, pero la idea caló en mí con fuerza, quedó en mi memoria y me empujó a seguir formándome aún más.

Pronto empecé a grabar discos, hacer producciones, arreglos y a tocar en televisión o en giras con varios artistas como India Martínez, Manuel Carrasco, Pastora Soler, Farruquito, Vanesa Martin, Malú o David DeMaría con quien pasé varios años como Director Musical.

«Hoy llevo casi 7 años en la compañía y puedo decir que he alcanzado lo que quería, he formado parte de 3 mágicos shows y ahora dirijo uno de los mayores espectáculos del mundo.»

En 2009, después de ver otro de los shows del Circo del Sol, pensé que ya era hora de intentarlo y me atreví por fin a enviar algunos de mis videos tocando.

Al poco tiempo recibí un email donde me preguntaban si quería sustituir a uno de sus músicos. Jamás podré olvidar aquel momento, me sentí como un futbolista al recibir la llamada del Real Madrid o del F.C. Barcelona. No podía creerlo.

A las dos semanas ya estaba debutando en el Wembley Arena de Londres con «Saltimbanco», el mismo show que me hizo soñar con llegar allí.

Lo había conseguido y era increíble, aunque también era momento de pensar en mantenerse allí, en cuánto trabajo quedaba por hacer: practicar más y más, mejorar el inglés, aprender, aprender y aprender.

Hoy llevo casi 7 años en la compañía y puedo decir que he alcanzado lo que quería, he formado parte de 3 mágicos shows y ahora dirijo uno de los mayores espectáculos del mundo. ¿Suena bien, verdad?

Pero lo mejor de todo es que sigo haciendo lo que me gusta, vivo de ello y siempre siento que aún queda mucho por aprender.

Durante estos años, he coleccionado algunas lecciones como que uno no es de donde nace sino de donde pace, lo descubrí al convivir con personas de 25 nacionalidades distintas, después de haber visitado casi 40 países y descubrir que mi casa y mi familia no era lo único, el conocer otras culturas, ideas, educación, te enriquece mucho como persona y te ayuda a valorar aún más lo tuyo.

Al principio, cuando comencé a viajar tanto, siempre quería volver a casa, a mi cama, contaba los días que quedaban para regresar. Ahora siento que cuando voy a casa es como ir de vacaciones, sigue siendo mi cama, mi gente y el lugar donde más me gusta estar del mundo, pero mientras siga viajando seré de donde esté mi corazón.

Otra de las lecciones más importantes que me quedó es que hay que formarse todo lo posible, si de verdad quieres hacer lo que te gusta, lucha por ello, viaja, aprende y ¡diviértete!

Decía Confucio que si eliges un trabajo que te guste, no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida. Y yo creo que es cierto, porque el trabajo es tu pasión y hacer lo que más te guste cada día será divertido.