A todos nos encanta ver a jugadoras y jugadores que generan en su juego respuestas originales y sorprendentes a los problemas que les surgen en el transcurso de un partido.
Todos tenemos en mente a Alba Torrens, Doncic, Ricky Rubio, Navarro, Amaya Valdemoro y tantos otros y otras. Son los que denominamos jugadores con talento, JUGADORES CREATIVOS.
Inmediatamente nos asaltan las preguntas, ¿es innato ese talento? ¿Acaso lo traen “de serie”? Las investigaciones más recientes demuestran que la creatividad no es un constructo genético e inherente al individuo que lleva desde su nacimiento. Se puede educar y potenciar; es más: se debe de educar y potenciar.
Educar y Potenciar la Creatividad en el Baloncesto
Potenciar la creatividad en el baloncesto supone formar a un jugador de forma que desarrolle su capacidad de elaborar respuestas a los problemas que continuamente origina el juego como puede ser ganar o perder un partido y, además, que esas respuestas sean eficaces.
Un partido se desarrolla en un escenario absolutamente “caótico” en el que impera una incertidumbre generada por la actuación de compañeros, adversarios, tiempos, espacios, etc. y que proyecta un entorno inestable donde el jugador/a tiene que ser capaz de desenvolverse con la mayor eficiencia posible.
Para desarrollar la creatividad en el baloncesto sería objetivo del entrenador ayudar y guiar a sus jugadores/as a que sepan dar soluciones adecuadas y, además, hacerlo de forma creativa e inteligente.
Pero, ¿cómo? ¿Es posible que desde nuestros entrenamientos y con nuestra intervención didáctica potenciemos la capacidad creativa de nuestros jugadores/as? Estoy convencido de que sí.
Lo primero que tenemos que considerar es que el jugador/a que tenemos en nuestras manos NO ES UN SUJETO PASIVO DE APRENDIZAJE al que vamos metiendo conocimientos que generamos desde nosotros mismos o desde unos contenidos que nuestro club nos proporciona.
Necesitamos su participación activa en el aprendizaje, que salga de ese espacio en el que se repite siempre lo mismo, y le alentamos a que de otras respuestas al juego y que las experimente porque desde esa experimentación aprenderá a tomar decisiones cada vez más correctas.
Y me volvéis a preguntar, ¿cómo se hace esto? La respuesta requeriría mucho más espacio del disponible pero puedo daros algunas ideas sobre como trabajamos esta creatividad en el baloncesto dentro del Campus Wob Basket Pro.
Yo creo que esta potenciación de la creatividad en el baloncesto se puede desarrollar, entre otros, en dos niveles de actuación: en el diseño que hacemos de nuestras tareas de entrenamiento y ejercicios, y en cómo es vuestra intervención didáctica con los jugadores/as.
Niveles de Actuación para potenciar la creatividad
En el primer caso, creo que debemos de abandonar los ejercicios repetitivos, tediosos y descontextualizados por una doble razón: disminuye la motivación del niño/a y la actividad cognitiva brilla por su ausencia.
Así repetiremos mucho pero es imposible crear. Por el contrario yo trataría que en nuestras tareas y ejercicios:
- Se contemple siempre un cierto nivel de incertidumbre donde haya diferentes estímulos a los que atender (lógicamente en función de las características de los chicos/as a los que estemos enseñando).
- Que sean modificadas en su complejidad, aportando mayores y diferentes estímulos, reduciendo el tiempo disponible de ejecución, modificando el espacio de acción, etc.
- Es muy interesante que en el desarrollo de la tarea aparezcan estímulos inesperados a los que el jugador tenga que dar una respuesta inmediata.
- Modifica el reglamento para alcanzar un determinado objetivo.
- Procura que el jugador/a tenga que cambiar su foco atencional pata atender a dos o más estímulos simultáneos.
- Trata de que sean modificadas en su comienzo, o en el transcurso de la misma o en su final.
En definitiva, que los jugadores/as piensen, decidan, analicen, experimenten, descubran…
En el segundo caso la actuación del entrenador es tremendamente determinante en el aprendizaje y desarrollo de la creatividad.
Necesitamos cambiar de ser un entrenador directivo a ser un entrenador “orientativo” y un guía del aprendizaje. En este sentido:
- Mostrar feedbacks positivos cuando la toma de decisiones es correcta, valorando más el proceso que el resultado.
- No coartar nunca la iniciativa del jugador aunque el resultado sea erróneo; utilizar el error como un medio más de aprendizaje.
- Cuanto menos dirijas, mejor: es preferible orientar para llegar a lo que tú quieres.
Y termino con una frase que me encanta: “La creatividad es darse permiso para ver las cosas de forma diferente”. Genial.Modifica